Últimas noticias: Durante un regreso a su antigua escuela, Islam Makhachev descubrió que su querido maestro, el Sr. John, todavía estaba trabajando a la edad de 79 años para mantener a su familia. Lo que Makhachev hizo a continuación cambió toda la vida del maestro John e hizo llorar a todo el UFC

En un mundo donde la fama y la fortuna a menudo dominan los titulares, el campeón de peso ligero de la UFC, Islam Makhachev, nos ha recordado el poder de la gratitud y la retribución. Durante una reciente visita a su antigua escuela en su ciudad natal de Makhachkala, Daguestán, Makhachev tropezó con un descubrimiento conmovedor pero humilde: su querido maestro, John, ahora de 79 años, todavía estaba trabajando incansablemente para mantener a su familia. Lo que Makhachev hizo a continuación no solo transformó la vida de su maestro, sino que también envió ondas de emoción a través de la comunidad de UFC, mostrando un lado del luchador que trasciende su dominio en el octágono.

Makhachev, conocido por su implacable ética de trabajo y sus incomparables habilidades de agarre, ha acreditado durante mucho tiempo a sus primeros mentores por convertirlo en el hombre y luchador que es hoy. Entre ellos, John, un educador dedicado que enseñó a Makhachev durante sus años de formación, ocupó un lugar especial en su corazón. Las lecciones de John se extendieron más allá del aula, inculcando valores de disciplina, respeto y perseverancia, cualidades que han definido el viaje de Makhachev para convertirse en el peleador número uno libra por libra de la UFC. Sin embargo, durante su visita a la escuela, Makhachev se sorprendió al saber que John, a pesar de su avanzada edad, seguía trabajando como maestro y asumiendo trabajos adicionales para mantener a su familia. La visión de su mentor, ahora frágil pero aún devoto, conmovió profundamente al campeón.

Movido por el compromiso inquebrantable de John, Makhachev decidió tomar medidas. Sin dudarlo, se puso en contacto con su equipo y puso en marcha un plan para garantizar que John ya no tuviera que trabajar para llegar a fin de mes. A partir de sus ganancias como superestrella de UFC, Makhachev estableció un fondo para cubrir los gastos de vida de John, la atención médica e incluso una cómoda casa de retiro para su familia. Además, dispuso que se le pagara un estipendio mensual a John, lo que le garantizó seguridad financiera por el resto de su vida. Pero la generosidad de Majachov no se detuvo allí. En un gesto que dejó asombrados a los que lo rodeaban, invitó a John y a su familia a asistir a UFC 317 en Las Vegas, donde Makhachev hará su debut en peso welter contra Jack Della Maddalena. Allí, frente a miles de fanáticos, Makhachev planea honrar a John públicamente, dedicando su actuación al hombre que ayudó a dar forma a su camino.

La noticia de las acciones de Makhachev se extendió rápidamente, captando la atención de los aficionados, luchadores y funcionarios de la UFC por igual. Las plataformas de redes sociales se llenaron de elogios, y los fanáticos llamaron a Makhachev un “verdadero campeón” tanto dentro como fuera de la jaula. El CEO de UFC, Dana White, conocido por su comportamiento sensato, se conmovió visiblemente cuando se dirigió a la historia durante una conferencia de prensa. “Esto es lo que hace que este deporte sea especial”, dijo White, con la voz llena de emoción. “El Islam no solo está luchando por títulos; está luchando por las personas que creyeron en él. Lo que hizo por su maestra, es el tipo de cosa que te enorgullece de ser parte de esta comunidad.” Otros combatientes, incluidos Charles Oliveira y Khabib Nurmagomedov, mentor de Makhachev desde hace mucho tiempo, se hicieron eco de sentimientos similares, y Nurmagomedov señaló: “El corazón del Islam es tan fuerte como sus puños. De esto se trata Daguestán: honor y respeto”.

Para John, el impacto del gesto de Makhachev ha cambiado su vida. Ya no agobiado por el estrés financiero, ahora puede pasar sus días rodeado de su familia, compartiendo historias del ascenso de su ex alumno al estrellato mundial. En una sentida carta compartida con los medios locales, John expresó su gratitud: “El Islam siempre fue un niño especial, lleno de determinación. Verlo ahora, no solo como un campeón sino como un hombre que recuerda a quienes lo ayudaron, me llena de orgullo. Nunca esperé esto, pero estoy eternamente agradecido”.

La historia de Makhachev sirve como un poderoso recordatorio de la importancia de retribuir a aquellos que allanan el camino para el éxito. Mientras se prepara para su próximo desafío en el UFC, pasar al peso welter para enfrentar a un oponente formidable en Della Maddalena, Makhachev lleva consigo no solo las esperanzas de sus fanáticos, sino también el legado de un maestro que creyó en él. Sus acciones han inspirado a muchos otros, demostrando que la verdadera grandeza no solo radica en los logros deportivos, sino en la capacidad de elevar a quienes más importan. La comunidad de UFC, a menudo definida por su intensidad, se ha encontrado unida en lágrimas y admiración por un campeón cuyo corazón coincide con su habilidad.