La tensión entre dos de los campeones más dominantes del UFC ha alcanzado un nuevo punto de ebullición. Esta vez, fue el campeón de peso ligero Islam Makhachev quien encendió la polémica al burlarse públicamente de Ilia Topuria, actual campeón de peso pluma, con una frase que muchos consideran sarcástica, provocadora e incluso ofensiva:
“Ilia Topuria esperó hasta junio, el mes del orgullo, para despertar.”
La frase, dicha con una sonrisa durante una entrevista en ruso con subtítulos en inglés, fue rápidamente traducida, difundida y viralizada. El comentario pareció ir directo al corazón del debate actual sobre los límites del humor, la cultura de la provocación y la delgada línea entre el “trash talk” y el respeto.
¿Qué quiso decir Islam?
Aunque la frase puede parecer críptica para algunos, dentro del contexto del UFC, fue interpretada como una burla directa hacia el ascenso mediático reciente de Ilia Topuria. El campeón georgiano-español ha incrementado notablemente su presencia en redes, firmas de patrocinio y eventos sociales desde su espectacular victoria por nocaut sobre Alexander Volkanovski en febrero.
La mención al “mes del orgullo” (Pride Month), que se celebra cada junio para conmemorar los derechos de la comunidad LGBTQ+, fue vista por muchos como una insinuación despectiva, si bien Islam no hizo referencia explícita a cuestiones de orientación sexual.
Más allá del contenido, el tono jocoso de Makhachev durante la entrevista, acompañado de risas de los presentes en el set, fue suficiente para desatar una tormenta mediática.
La respuesta de Ilia Topuria y su equipo
El entorno de Ilia no tardó en reaccionar. Su mánager, Carlos Fernández, fue el primero en emitir un comunicado oficial:
“Las palabras de Islam no solo fueron de mal gusto, sino innecesarias. Si pretende ganar protagonismo burlándose de movimientos sociales o de otros campeones, entonces está mostrando más debilidad que fuerza.”
Horas después, Topuria rompió el silencio desde su cuenta oficial de Instagram, donde publicó una foto entrenando con el texto:
“Yo no hablo para provocar. Yo entreno para dominar. Cuando quieras salir del personaje, te espero en la jaula.”
El post fue acompañado por una bandera georgiana y otra española, en lo que muchos interpretaron como un mensaje de orgullo nacional y cultural ante las palabras de Makhachev.
Reacción del mundo del deporte
La comunidad de las MMA se volcó inmediatamente al debate. Mientras algunos aficionados defendieron el comentario de Makhachev como una forma de “juego mental” clásico en el deporte, otros lo condenaron por usar connotaciones sociales para provocar a un rival.
La excampeona Holly Holm declaró en una entrevista:
“Hay formas de promover una pelea sin tocar temas que pueden herir a millones. Se puede ser competitivo sin caer en lo burdo.”
Por su parte, el exluchador Michael Bisping defendió a Islam parcialmente:
“No creo que Islam tenga intenciones homofóbicas. Pero sí, fue una frase innecesaria. Aunque también creo que lo hizo para calentar motores, como ha hecho Conor McGregor antes que él.”
Dana White, presidente del UFC, fue cuestionado en una rueda de prensa relámpago. Su respuesta fue diplomática, aunque evasiva:
“A veces los peleadores hablan más de la cuenta. No estoy aquí para regular cada palabra, pero sí espero que mantengan cierto nivel. Lo que sí puedo decir es que, si hay tensión, hay interés. Y si hay interés… puede haber pelea.”
¿Se aproxima una guerra entre campeones?
Lo que hace apenas meses parecía una fantasía, ahora podría ser una realidad en construcción: una súper pelea entre Islam Makhachev e Ilia Topuria. Ambos son campeones invictos en sus divisiones y, a pesar de la diferencia de peso, han manifestado interés en desafiarse.
Topuria ya ha dejado claro que, si se le ofrece una pelea con Islam en peso ligero, la aceptará “sin pensar dos veces”. Makhachev, por su parte, había descartado previamente bajar a pluma, pero este nuevo cruce de palabras podría reavivar su motivación.
Las especulaciones apuntan a un posible evento en Abu Dabi en octubre, o incluso una mega cartelera en Madrid —una idea que ya está siendo considerada por ejecutivos de UFC Europa.
Más allá del octágono
Esta controversia no solo gira en torno a una pelea deportiva. Abre el debate sobre los límites del discurso dentro del deporte profesional. ¿Hasta qué punto puede un luchador usar el micrófono para provocar sin cruzar la línea? ¿Y qué rol juegan las organizaciones para mantener el respeto en una era de hiperconectividad?
Los fans, por ahora, parecen más divididos que nunca. Algunos apoyan el estilo directo de Makhachev, mientras otros valoran la compostura de Topuria. Pero lo que está claro es que, con o sin contrato firmado, la batalla ya ha comenzado… y millones estarán mirando.