Los Yankees de Nueva York tomaron una apuesta estratégica esta temporada baja cuando adquirieron a Cody Bellinger, con la esperanza de que su bate recuperara su antiguo nivel de élite.
Al principio, esa apuesta pareció fracasar. Bellinger tuvo dificultades desde el principio, luciendo desequilibrado y fuera de ritmo en el plato.
Pero recientemente, el impulso ha cambiado, y de manera importante. La victoria del jueves por la noche por 4-0 sobre los Guardianes fue otro recordatorio del resurgimiento de Bellinger.
Tuvo una actuación de tres carreras impulsadas, conectó un jonrón y sumó dos hits, armando uno de sus juegos más completos del año.
Sus estadísticas generales están en ascenso: promedio de bateo de .257, porcentaje de embase de .331 y slugging de .456, con todo apuntando a una mejora. Si bien las primeras estadísticas no fueron sorprendentes, las métricas avanzadas de Bellinger insinuaron un futuro mejor.
Su tasa de ponches, su tasa de ponches y su tasa de bases por bolas han estado por encima del promedio de la liga, lo que sugiere que su enfoque en el plato nunca fue el problema.
La velocidad del bate y la disciplina en el plato se mantuvieron intactas; era solo cuestión de tiempo antes de que los resultados se reflejaran, y ahora están empezando a notarse.
Con nueve jonrones hasta la fecha, Bellinger va camino de eclipsar los 25 esta temporada, posiblemente igualando las cifras deslumbrantes del año pasado. E incluso cuando la ofensiva falló, su defensa nunca flaqueó.
Ha estado sobresaliente en los jardines, con cuatro outs por encima del promedio y ubicándose en el percentil 91 en fuerza de brazo, una rara combinación de atletismo y precisión.
Para un equipo de los Yankees que pone énfasis tanto en la defensa como en el poder ofensivo, el valor bidireccional de Bellinger ha sido crucial.
Cody Bellinger
Ya sea en el jardín central o en las esquinas, ha salvado carreras e impactado los juegos en maneras que a menudo pasan desapercibidas, una razón clave por la que el equipo se mantuvo paciente durante su mala racha inicial.
De cara a su situación contractual, Bellinger tiene una opción de jugador para 2026, pero si continúa con su ritmo actual, es poco probable que la ejerza.
Los Yankees probablemente están conscientes de eso y ya podrían estar planeando un futuro sin él, posiblemente apuntando a una solución a largo plazo como Kyle Tucker, quien está en forma de MVP esta temporada.
Si bien Tucker sería una inversión más costosa, su edad y producción podrían encajar perfectamente con el núcleo joven emergente de los Yankees.
Aún así, un Bellinger totalmente concentrado jugando su mejor béisbol antes de la agencia libre sería un escenario en el que todos ganarían, tanto para él como para los Yankees.
En este momento, está ofreciendo el tipo de actuaciones que cambian el juego y que cambian el impulso, como su gran giro el jueves por la noche.
Los Yankees no lo necesitan para cargar al equipo, pero cuando Bellinger está concentrado, se convierte en el tipo de arma que puede cambiar el rumbo de una temporada.
Y para una franquicia que tiene la vista puesta en un campeonato, ese resurgimiento podría ser la diferencia entre quedarse corta y llegar hasta el final.