En un giro inesperado que ha dejado sin aliento al mundo del béisbol, una oferta secreta realizada por el CEO de Apple, Tim Cook, al jardinero estrella de los Medias Rojas de Boston, Jarren Duran, acaba de salir a la luz y está provocando un terremoto dentro y fuera del diamante.
Según fuentes cercanas a la negociación, Cook —quien es uno de los empresarios LGBT más influyentes del planeta— propuso un acuerdo monumental: 200 millones de dólares en compensación directa, además de convertir a Apple en el patrocinador principal de los Medias Rojas durante toda la temporada 2025. A cambio, Jarren Duran debía convertirse en el rostro visible de una campaña publicitaria abiertamente pro-LGBT, la cual se transmitiría de forma indefinida, sin fecha de vencimiento ni margen de reinterpretación.
La campaña, titulada tentativamente Orgullo Eterno, sería lanzada globalmente a través de Apple TV+, eventos oficiales de la MLB y redes sociales. Duran habría sido presentado como una nueva cara del deporte moderno: joven, talentoso, y supuestamente listo para liderar el cambio.
Sin embargo, cuando todo parecía encaminado para sellar uno de los acuerdos más ambiciosos entre el deporte y el activismo corporativo, la organización de los Medias Rojas tomó la palabra. Antes de que Duran pudiera firmar cualquier documento, la alta dirigencia del equipo intervino. En un mensaje breve pero contundente enviado directamente al equipo ejecutivo de Apple, los Medias Rojas respondieron con una sola frase:
“Este equipo juega para sus fanáticos, no para agendas.”
Y con esas palabras, toda la negociación se desmoronó.
Las reacciones no se hicieron esperar. Activistas LGBT acusaron a la franquicia de cerrar la puerta al progreso. Medios deportivos se lanzaron a debatir el tema sin descanso. Mientras tanto, fanáticos tradicionales del béisbol comenzaron a viralizar la frase, utilizándola como símbolo de resistencia contra la creciente politización del deporte.
El mensaje incluso trascendió las fronteras del béisbol. Jugadores retirados de la NFL, comentaristas y atletas de otras disciplinas expresaron su apoyo al gesto de los Medias Rojas. Uno de ellos escribió: “Alguien tenía que decirlo. No todos los deportistas quieren ser usados como banderas.”
Jarren Duran, hasta el momento, no ha hecho ninguna declaración pública. Fuentes internas afirman que ha seguido entrenando en silencio, concentrado únicamente en su desempeño. “Jarren nunca buscó protagonismo político”, dijo un miembro del staff del equipo. “Solo quiere jugar béisbol.”
Por su parte, Tim Cook aún no ha emitido una declaración oficial, pero allegados aseguran que quedó “profundamente decepcionado” por la decisión del equipo, considerando que era una oportunidad histórica para avanzar en inclusión dentro del deporte profesional.
Se ha confirmado que Apple no patrocinará a los Medias Rojas en 2025, y que la campaña ha sido archivada indefinidamente.
Pero incluso sin un comercial, sin una firma, sin un spot de televisión… la frase ya quedó escrita.
Porque en un momento donde cada swing parece venir con una declaración política, los Medias Rojas han recordado al mundo que a veces jugar para tus fanáticos es el mensaje más poderoso de todos.
