El béisbol de las Grandes Ligas (MLB) se vio sacudido esta semana por una declaración completamente inesperada y ofensiva por parte de Jeremy Peña, campocorto estrella de los Houston Astros. Durante una entrevista postpartido que parecía rutinaria, Peña hizo una afirmación que rápidamente se convirtió en un escándalo nacional:
“Las mujeres deberían quedarse en la cocina.”
La frase, aparentemente dirigida a la árbitra Jen Pawol, quien recientemente se convirtió en la primera mujer en arbitrar un juego de Spring Training de MLB, provocó una reacción inmediata por parte de la comunidad del béisbol y los fanáticos en redes sociales.
Aunque Peña no mencionó a Pawol por nombre durante la entrevista, el contexto de sus palabras—tras haber discutido una decisión polémica en el juego—dejaba poco espacio para la interpretación. Lo que parecía una típica frustración de jugador se transformó en una de las declaraciones más sexistas en la historia reciente del deporte profesional estadounidense.
En cuestión de minutos, hashtags como #FueraPeña, #RespetoParaJen, y #MLBsinMachismo comenzaron a viralizarse en X (antes Twitter) e Instagram. Jugadores, periodistas, exdeportistas y celebridades condenaron la frase como inaceptable y exigieron consecuencias inmediatas.
Pero lo más impactante fue la respuesta de Jen Pawol. Conocida por su profesionalismo y compostura, la árbitra decidió no quedarse callada y publicó una historia en Instagram con cinco palabras que rompieron el internet:
“No nací para obedecer.”
La frase, simple pero demoledora, se convirtió en un símbolo de resistencia. Medios deportivos, feministas y generalistas recogieron la historia, y usuarios de todo el mundo comenzaron a compartir la imagen con el hashtag #JenPawolResiste. En menos de 24 horas, la publicación superó el millón de visualizaciones y fue replicada por figuras como Billie Jean King y Megan Rapinoe.
La presión sobre Jeremy Peña aumentó drásticamente. Algunos fanáticos comenzaron a boicotear productos relacionados con los Astros, mientras marcas deportivas evaluaban su relación comercial con el jugador. ESPN, FOX Sports y otras cadenas discutieron el tema en horario estelar, amplificando aún más el debate.
Frente a la creciente indignación, Peña no tuvo más opción que emitir un comunicado oficial la mañana siguiente:
“Ofrezco mis más sinceras disculpas a Jen Pawol y a todas las mujeres que se sintieron ofendidas por mis palabras. Mi comentario fue completamente inapropiado. Fue una expresión impulsiva y no refleja mis valores ni mi respeto por el importante rol que las mujeres tienen en el béisbol y en todos los ámbitos.”
A pesar de la disculpa, muchos consideran que el daño ya está hecho. Algunas figuras de la MLB han pedido que se le imponga una sanción ejemplar. “Esto no puede quedar solo en palabras. Necesitamos acciones claras contra el machismo en el deporte”, dijo un portavoz de la Asociación Nacional de Mujeres Árbitras.
Por su parte, Jen Pawol se ha convertido en un símbolo de fortaleza y liderazgo, con su respuesta resonando más allá del ámbito deportivo. Incluso el comisionado de la MLB, Rob Manfred, tuvo que pronunciarse:
“Reafirmamos nuestro compromiso con la inclusión, el respeto y la igualdad en el béisbol. Las palabras que atenten contra esos valores no tienen lugar en nuestra liga.”
Además, se reporta que Pawol ha sido invitada como oradora en varias universidades y conferencias sobre liderazgo femenino en el deporte. Según fuentes cercanas, también estaría trabajando en un libro que relataría su camino como pionera en una profesión históricamente dominada por hombres.
Mientras tanto, el futuro de Jeremy Peña es incierto. Aunque no se han confirmado sanciones oficiales, los Astros enfrentan presión mediática y comercial para actuar.
Una cosa es segura: bastaron cinco palabras para cambiar el rumbo de esta historia. Y con ellas, Jen Pawol no solo defendió su dignidad, sino que inspiró a millones de mujeres a no quedarse calladas frente al machismo.