Amil Kahala Whitehead, nacida el 19 de septiembre de 1973, tuvo un comienzo tumultuoso en la vida. Criada por su tía después de que sus padres la abandonaran, Amil encontró consuelo en la música a una edad temprana. A los 12 años, usaba el rap como una válvula de escape emocional.
A pesar de su pasión, nunca vio la música como una carrera viable. Sus problemas se agudizaron a los 19 años, cuando se convirtió en madre soltera y enfrentó pérdidas personales, incluidas las trágicas muertes de su tía y su novio. Para sobrevivir, recurrió a la asistencia social e incluso a actividades ilegales.
En 1997, la vida de Amil comenzó a cambiar cuando se unió al grupo de rap femenino Major Coins. Un año después, su gran oportunidad llegó cuando conoció a Jay-Z, quien la eligió para participar en su exitoso sencillo “Can I Get A…” en lugar de su compañera de banda.
La canción se convirtió en un gran éxito y apareció en el álbum Vol. 2… Hard Knock Life de Jay-Z y en la banda sonora de Rush Hour . Esto marcó el comienzo de su rápido ascenso en la industria musical.
La innegable química de Amil con Jay-Z dio lugar a más colaboraciones, entre ellas “Jigga What, Jigga Who” y su inclusión en el Hard Knock Life Tour. En 1999, había firmado con Roc-A-Fella Records, lo que le valió el título de “Primera dama de Roc-A-Fella”.
Su carrera parecía imparable mientras colaboraba con pesos pesados de la música como Mariah Carey, LL Cool J y Beanie Sigel.
En 2000, Amil lanzó su primer álbum en solitario, All Money Is Legal (AMIL) . A pesar de contar con la participación de estrellas como Jay-Z y Beyoncé, el álbum recibió críticas mixtas. Los críticos señalaron su falta de estilo distintivo y las ventas no cumplieron con las expectativas.
Entre bastidores, se rumoreaba que había tensiones con Jay-Z. Se especulaba que su aumento de peso y su desviación de las expectativas de imagen de la industria causaban fricciones.
Amil aclaró más tarde que Roc-A-Fella no la abandonó, sino que decidió irse, alegando su insatisfacción con el estilo de vida de las celebridades. Admitió sentirse abrumada por los rápidos cambios en su vida y reveló que odiaba las giras, las fiestas y las presiones de la fama. Sus prioridades cambiaron y se centraron en la crianza de su hijo, que luchaba contra el asma.
Tras su marcha, Amil tuvo que lidiar con las consecuencias y admitió que le faltaba la perspicacia empresarial para desenvolverse sola en la industria. Al reflexionar sobre su tiempo en Roc-A-Fella, reconoció que no estaba preparada para los desafíos del mundo de la música.
A lo largo de los años, Amil se ha mantenido alejada del ojo público y ha optado por una vida más tranquila, lejos de los focos. Si bien su carrera en Roc-A-Fella fue breve, sus contribuciones al hip-hop siguen siendo parte del legado del género.