Boston, EE. UU. – La polémica rodea nuevamente a Aroldis Chapman, el reconocido lanzador cubano que actualmente milita en los Boston Red Sox. Aunque su talento en el montículo es indiscutible, su pasado fuera del campo vuelve a colocarlo en el centro del huracán mediático.
Chapman estuvo involucrado en un caso de violencia doméstica en 2015, cuando jugaba para los Cincinnati Reds. Según informes, disparó ocho veces un arma de fuego en su garaje tras una discusión con su entonces pareja. Si bien no fue procesado penalmente, la Major League Baseball (MLB) lo sancionó con una suspensión de 30 juegos sin paga, aplicando la política de la liga sobre violencia doméstica.
Este antecedente sigue persiguiéndolo hasta hoy. En diciembre de 2024, cuando los Red Sox anunciaron su fichaje por un año y 10,75 millones de dólares, una ola de críticas estalló en redes sociales y en los medios locales. Muchos fanáticos expresaron su decepción, calificando la decisión del equipo como “irresponsable” y “carente de ética”.
“No importa cuán rápido pueda lanzar una bola si no puede controlar su comportamiento fuera del campo”, comentó un aficionado en X (antes Twitter).
¿Investigación reabierta?
Aunque el caso fue cerrado sin cargos penales hace años, fuentes cercanas a la MLB indican que el comportamiento de Chapman sigue bajo vigilancia estricta. Las políticas de tolerancia cero aplicadas por la liga podrían llevar a una nueva revisión del expediente, especialmente si surgen nuevas pruebas o testimonios.
En el terreno… ¿vale la pena?
Chapman ha tenido un inicio mixto en la temporada 2025. Aunque ha logrado salvar varios partidos con su clásica recta de más de 100 mph, también ha sufrido una derrota reciente tras permitir un walk-off ante los White Sox. Su rendimiento irregular solo alimenta el debate: ¿vale la pena cargar con esta controversia por unos cuantos outs en el noveno inning?