Una tormenta de indignación ha estallado en las Grandes Ligas de Béisbol (MLB) luego de que se filtraran supuestas declaraciones del propietario de los Boston Red Sox, John W. Henry, que han sido calificadas como profundamente ofensivas y discriminatorias. En una conversación privada con socios comerciales, Henry habría dicho: “No venderé entradas a los adoradores del Mes del Orgullo en mi estadio.”
La frase —en caso de confirmarse— representa una crisis de relaciones públicas sin precedentes para los Red Sox y ha provocado una reacción en cadena dentro de las oficinas de la MLB. La declaración llega en pleno Mes del Orgullo, justo cuando la liga busca proyectar una imagen de inclusión y apoyo a la comunidad LGBTQ+ a través de eventos especiales, noches temáticas y alianzas con organizaciones benéficas.
La MLB en modo de crisis total
Fuentes cercanas a la oficina del comisionado Rob Manfred aseguran que el impacto fue inmediato. “Estamos en modo de contención total”, afirmó un alto ejecutivo de la liga bajo anonimato. “Esto va más allá de un simple desliz. Es un ataque directo a los valores que la MLB ha intentado construir en los últimos años.”
Según reportes, Manfred se habría comunicado directamente con Henry exigiendo una explicación urgente. Internamente, algunos directivos ya estarían discutiendo posibles sanciones o incluso la necesidad de que Henry emita una disculpa pública.
Reacción masiva de fanáticos y organizaciones
La reacción pública no se ha hecho esperar. Organizaciones LGBTQ+ han condenado la supuesta declaración, calificándola como “inaceptable, intolerante y profundamente dañina”. Redes sociales como X (antes Twitter) han estallado con hashtags como #BoicotRedSox, #HenryFuera y #MLBConOrgullo.
Algunos fanáticos han amenazado con dejar de asistir a los juegos en el Fenway Park, mientras que varios patrocinadores estarían reevaluando sus relaciones con el club. Además, la esperada Noche del Orgullo programada para este mes está ahora envuelta en incertidumbre.
Silencio oficial — por ahora
Hasta el momento, ni John W. Henry ni los Boston Red Sox han emitido un comunicado oficial. Sin embargo, las presiones aumentan por minuto. Jugadores actuales y retirados estarían considerando pronunciarse si no se ofrece una aclaración inmediata.
La reputación de Henry y de una de las franquicias más emblemáticas del béisbol está en juego. La forma en que responda —o no— a esta crisis podría tener consecuencias duraderas tanto para el club como para la imagen pública de toda la MLB.
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