Los Tampa Bay Rays vuelven a la incertidumbre sobre su futuro estadio. El jueves, el dueño del equipo, Stu Sternberg, anunció que el equipo detendría sus planes de construir un nuevo estadio de béisbol de $1.3 mil millones en San Petersburgo. La decisión se debe principalmente a eventos imprevistos que comenzaron en octubre, incluyendo los daños causados por el huracán Milton al Tropicana Field.
Sternberg declaró: “Tras una cuidadosa deliberación, hemos concluido que no podemos seguir adelante con el nuevo estadio y el proyecto de desarrollo en este momento”. A pesar de este contratiempo, Sternberg asegura a los aficionados el compromiso inquebrantable de la organización para encontrar una solución viable para el estadio que respalde los intereses del equipo y de la región.
La aprobación para el estadio se obtuvo inicialmente en julio pasado, con planes para construirlo justo enfrente del estacionamiento del Tropicana Field, con la intención de inaugurarlo en 2028. Las instalaciones no solo se concibieron como un estadio, sino que también incluían una zona residencial con espacios comerciales, residenciales y de entretenimiento.
Los Rays ahora están dando marcha atrás en este ambicioso plan. Las consecuencias del huracán Milton generaron retrasos que el equipo no podía permitirse, lo que generó disputas políticas y los llevó a incumplir la fecha límite del 31 de marzo para consolidar su compromiso financiero con el proyecto, lo que los devolvió al punto de partida.
Para superar estos desafíos, los Rays jugarán sus partidos como locales de 2025 en el George M. Steinbrenner Field en Tampa, la sede habitual de los entrenamientos de primavera de los Yankees de Nueva York.
El presidente de los Yankees, Hal Steinbrenner, considera que esto es una solución temporal, no permanente, mientras que los Rays aspiran a tener el estadio listo para 2026. Más allá de eso, el camino sigue siendo incierto.
El futuro a largo plazo de los Rays podría presentar múltiples desenlaces. Tanto los aficionados como los analistas especulan, en particular sobre la posibilidad de que Sternberg sea presionado para vender el equipo.
Con la creciente presión del comisionado Rob Manfred y otros dueños de equipos, la probabilidad de que Sternberg se separe del equipo se siente cada vez más tangible. Ventas recientes, como la de los Orioles de Baltimore por 1.750 millones de dólares, sugieren que, a pesar de la actual crisis, una venta podría resultar rentable para Sternberg.
También circulan rumores de reubicación. Si bien Manfred expresa su deseo de mantener a los Rays en la zona de la Bahía de Tampa, los equipos de béisbol de Florida han enfrentado dificultades históricas, como lo demuestran las cifras de asistencia tanto de los Rays como de los Marlins de Miami. Algunos grupos han expresado interés en nuevas ubicaciones para la franquicia, incluyendo a los Orlando Dreamers, quienes han mostrado interés en traer el equipo a Orlando, junto con otras ciudades como Portland, Nashville e incluso regresar a Montreal.
A pesar de estos desafíos, la posibilidad de permanecer en San Petersburgo sigue vigente.
Un nuevo propietario podría reactivar el proyecto de 1.300 millones de dólares o desarrollar un plan completamente nuevo para mantener al equipo en la zona. Sin embargo, una mudanza al otro lado de la bahía, a Tampa, situaría estratégicamente a los Rays más cerca de la población y facilitaría el acceso de los aficionados desde Orlando, una meta que ha resultado difícil de alcanzar a pesar de años de esfuerzos.
El alcalde de St. Petersburg, Ken Welch, se mantiene abierto a trabajar con un nuevo propietario comprometido con la prosperidad local.
Si bien está previsto que el Tropicana Field reabra temporalmente sus puertas para la temporada 2026, es evidente que los Rays necesitan un nuevo hogar. Una extensión a corto plazo en el Tropicana Field podría cubrir temporadas futuras mientras el equipo contempla sus próximos pasos.
Dada la situación actual de los Rays, la idea de utilizar un estadio de ligas menores como medida provisional, similar al acuerdo de los Oakland Athletics en el Sutter Health Park, no es descabellada. Mientras los Rays navegan por estas aguas turbulentas, solo el tiempo dirá dónde aterrizarán finalmente. Ya sea revitalizados en su ubicación actual, en una nueva ciudad o bajo una nueva administración, el camino por delante es incierto, pero la pasión de su afición y el compromiso de la directiva se mantienen firmes.