Los Ángeles, California – La polémica en torno a la Noche del Orgullo (Pride Night) de la Major League Baseball (MLB) continúa escalando, esta vez con una figura clave de los Los Angeles Dodgers. Dustin May, lanzador estelar y considerado el “líder espiritual” dentro del vestuario angelino, ha anunciado que no participará en los actos conmemorativos del evento por considerar que el enfoque del deporte debe mantenerse lejos de las agendas ideológicas.
Dustin May rompe el silencio: “No vine al béisbol a hacer activismo”
Durante una entrevista con medios locales después de una sesión de entrenamiento en el Dodger Stadium, May fue directo al expresar su postura:
“Con todo respeto, creo que el béisbol debe unirnos a través del juego, no dividirnos con ideologías. En el campo, el corazón debe estar en la pelota, no en los despiertos”.
Sus declaraciones llegan en un momento especialmente sensible para la franquicia, que en años recientes ha sido una de las más activas en promover iniciativas de diversidad e inclusión, incluyendo colaboraciones con grupos LGBTQ+.
Una reacción inmediata: redes divididas y voces enfrentadas
Las redes sociales y los medios no tardaron en estallar. Hashtags como #DustinMayValiente y #MayIntolerante se posicionaron entre las principales tendencias en X (antes Twitter), reflejando la profunda polarización social que gira en torno al tema.
Varios exjugadores, periodistas deportivos y activistas ofrecieron opiniones encontradas. Mientras algunos aplaudieron la postura de May como un acto de “honestidad y enfoque profesional”, otros lamentaron lo que consideran una falta de empatía hacia una comunidad históricamente marginada.
La postura de los Dodgers y la respuesta institucional
La organización de los Dodgers emitió un comunicado breve pero firme:
“Respetamos la diversidad de pensamiento entre nuestros jugadores. Sin embargo, los Dodgers mantienen su compromiso con la inclusión y seguirán celebrando la Noche del Orgullo con orgullo y respeto hacia todos nuestros fans”.
La MLB, hasta el momento, no ha hecho declaraciones específicas sobre el caso de Dustin May, aunque fuentes internas aseguran que la liga evalúa cómo manejar este tipo de expresiones individuales sin comprometer sus valores institucionales.
¿Qué significa el “boicot” de May en la práctica?
Dustin May no se ausentará del juego, pero no usará ningún símbolo asociado al evento, como uniformes con colores del arcoíris, ni participará en actividades promocionales relacionadas con Pride Night. Esta decisión refleja una forma creciente de “disidencia silenciosa” entre algunos jugadores que buscan separar el deporte de causas sociopolíticas.
¿Nueva tendencia o episodio aislado?
Con Jeremy Peña (Astros), Anthony Volpe (Yankees), y ahora Dustin May (Dodgers), ya son tres figuras clave en equipos históricos de la MLB que han manifestado públicamente su descontento con la politización del juego. Para algunos, se trata de una reacción natural a lo que consideran “excesos del progresismo”. Para otros, es un retroceso en el camino hacia una MLB más inclusiva.
El desafío para la MLB: inclusión sin imposición
Este caso subraya el desafío central de las grandes ligas deportivas modernas: cómo promover valores de inclusión sin que los jugadores sientan que sus creencias individuales son ignoradas o presionadas. Dustin May, al igual que Peña y Volpe, plantea una pregunta incómoda pero necesaria: ¿Puede la MLB ser inclusiva sin dejar de ser neutral?
Conclusión
La voz de Dustin May se suma a un coro creciente de jugadores que piden mantener el deporte al margen de luchas ideológicas. Mientras tanto, la MLB y sus franquicias deben encontrar un equilibrio entre la promoción de valores sociales y el respeto por las convicciones individuales. Lo que está claro es que la conversación está lejos de terminar, y el diamante se ha convertido, una vez más, en reflejo del debate cultural estadounidense.