Como uno de los bateadores más consistentes de su generación, la estrella de los Los Angeles Dodgers, Freddie Freeman, se está acercando silenciosamente a uno de los hitos más legendarios del béisbol: los 3,000 hits en su carrera. Y ahora, por primera vez, el primera base All-Star habla con total honestidad sobre lo que realmente significa esta persecución para él.
En una entrevista reciente después de un partido en el que conectó varios hits, a Freeman se le preguntó directamente sobre la posibilidad de alcanzar los 3,000 hits — una hazaña que solo 33 jugadores en la historia de la MLB han logrado.
“Por supuesto que soy consciente de ello,” admitió Freeman. “Es una de esas cosas que siempre está ahí en el fondo — no la persigues cada día, pero sabes que está. Mentiría si dijera que no me importa.”
Un Legado en Movimiento
Con más de 2,150 hits en su carrera, Freeman sigue rindiendo a un nivel élite, bateando por encima de .300 y liderando la ofensiva de los Dodgers con su mezcla característica de poder y consistencia. A sus 34 años, su durabilidad y disciplina lo han mantenido como un nombre fijo en las conversaciones para el Salón de la Fama — y ahora, como un posible miembro del club de los 3,000 hits.
“Para mí, se trata de presentarme todos los días y hacer lo mismo que he hecho durante 15 años,” dijo Freeman. “Si eso me lleva a los 3,000, sería un sueño. Pero no voy a cambiar quién soy para llegar allí.”
Reacciones del Equipo
El mánager de los Dodgers, Dave Roberts, elogió el enfoque de Freeman, calificándolo como un “verdadero profesional” y señalando que su longevidad no es casualidad.
“No llegas a 3,000 hits por accidente. Ganas cada uno de ellos,” afirmó Roberts. “Y si alguien puede lograrlo, es Freddie.”
Los compañeros más jóvenes también han notado su ética de trabajo, a menudo llamándolo una “máquina” en el vestuario por su preparación, disciplina y enfoque.
Más que Números
Sin embargo, para Freeman, la persecución de los 3,000 hits no se trata solo de estadísticas — se trata de legado, consistencia y amor por el juego.
“Cuando creces viendo a tipos como Jeter, Ichiro o Tony Gwynn… sueñas con estar en esa conversación,” reflexionó. “Pero uno no sale a perseguir la historia. Persigues la excelencia — y la historia viene después.”
Ya sea que llegue o no al hito, algo está claro: Freddie Freeman ya es un talento extraordinario, un líder respetado y una de las figuras más admiradas del béisbol. Pero con su bate aún encendido y su pasión intacta, los 3,000 hits podrían ser solo cuestión de tiempo.