Los Gigantes de San Francisco sorprendieron al mundo del béisbol el domingo por la noche al lograr un acuerdo espectacular para fichar a Rafael Devers y su contrato de 313 millones de dólares de los Medias Rojas de Boston.
Devers se perfila como el mayor ganador, consiguiendo un puesto en cero en San Francisco, donde se espera que asuma la tercera base. Pero las consecuencias del intercambio podrían beneficiar al mayor rival de los Red Sox. Con la fecha límite acercándose, los Yankees de Nueva York siguen buscando una solución a largo plazo para la tercera base, y esa solución podría ser Matt Chapman.
Se espera que Chapman, actualmente de baja por lesión, comience su rehabilitación la próxima semana. El tercera base de los Giants, valorado en 151 millones de dólares, se encuentra ahora potencialmente fuera de acción, al menos hasta que se recupere por completo. Antes de su lesión, Chapman tenía un promedio de bateo de .242 con 12 jonrones y 30 carreras impulsadas.
En circunstancias normales, los Gigantes tendrían una influencia significativa con Chapman aún bajo contrato por cinco años y medio más. Pero esa dinámica ha cambiado drásticamente con la llegada de Devers. San Francisco podría verse obligado a aceptar la mejor oferta posible, especialmente si Chapman no está dispuesto a jugar un papel secundario, a menos que Devers sea utilizado principalmente como bateador designado.
Para los Yankees, Chapman sería una adquisición ideal. Cinco veces ganador del Guante de Oro, con dos Guantes de Platino y un premio Wilson al Jugador Defensivo del Año, es uno de los mejores defensores del béisbol. En el plato, ha registrado un promedio de bateo de .241 con un OPS+ de 119, lo que demuestra su gran capacidad ofensiva.
Nueva York ha tenido dificultades para encontrar un tercera base confiable que pueda jugar en ambos sentidos, pero si el gerente general Brian Cashman decide fichar a Chapman, podría ser la opción perfecta.