En una nueva polémica que ha sacudido tanto al mundo del deporte como a las redes sociales, Elon Musk ha lanzado una provocadora oferta que ha dejado a muchos perplejos y a otros indignados. A través de una publicación en su plataforma X (antes Twitter), el magnate tecnológico anunció que ofrecerá 100.000 dólares a cualquier jugador de los Boston Red Sox que rechace públicamente participar en el Mes del Orgullo, declarando que “ya es hora de terminar con la era woke en el deporte”.
“$100.000 al primer jugador de los Red Sox que tenga el valor de decir que no apoya el Mes del Orgullo. Basta de activismo forzado. Que los atletas sean sinceros”, escribió Musk.
La reacción fue inmediata. Mientras algunos usuarios y simpatizantes de Musk celebraron la declaración como un acto de “defensa de la libertad de expresión”, muchos otros, incluidos aficionados, exjugadores y organizaciones LGBTQ+, calificaron la oferta como un intento de sobornar a los atletas para provocar división y controversia pública.
Los Boston Red Sox, conocidos por su compromiso con la inclusión y por celebrar activamente el Mes del Orgullo cada año, aún no han emitido una declaración oficial. Sin embargo, fuentes internas afirman que la organización considera el gesto de Musk una “maniobra oportunista que busca politizar una celebración de respeto y diversidad”.
Los jugadores actuales no han respondido públicamente, aunque se sabe que algunos están molestos por haber sido arrastrados a una polémica que consideran innecesaria. Un miembro del equipo, de forma anónima, habría comentado: “Nosotros venimos aquí a jugar béisbol, no a ser parte de una guerra cultural en redes sociales”.
El sindicato de jugadores de la MLB también está al tanto del asunto. Según fuentes cercanas, están observando con atención cualquier presión indebida que puedan sufrir los atletas, ya sea para hablar o para guardar silencio, especialmente cuando está en juego una suma significativa de dinero ofrecida por una figura externa como Musk.
Organizaciones LGBTQ+ han criticado fuertemente la publicación, argumentando que se trata de una forma de coerción disfrazada de apoyo a la libertad de expresión. “Esto no es defender ideas libres. Es poner una recompensa sobre la exclusión”, declaró un portavoz de una asociación nacional de diversidad en el deporte.
Musk, por su parte, no ha mostrado señales de dar marcha atrás. En respuesta a las críticas, escribió en otro post: “Nadie obliga a los jugadores a aceptar el dinero. Pero si realmente creen en algo, ¿por qué no pueden decirlo?”
Mientras se desarrolla esta nueva polémica, la atención se centra en los próximos eventos del Mes del Orgullo organizados por los Red Sox, incluidos los partidos temáticos en Fenway Park. Aunque es poco probable que algún jugador acepte la oferta, la tensión ya está instalada, y muchos se preguntan si el campo de juego podrá mantenerse al margen de estas batallas ideológicas.
En definitiva, la propuesta de Elon Musk no solo agitó las redes—también encendió un debate profundo sobre inclusión, libertad y el papel del deporte en una sociedad cada vez más polarizada.