CONFORTABLE: Lucas Giolito pagó silenciosamente la deuda del almuerzo de 1.200 estudiantes en Boston, pero lo que escribió en la carta de cada escuela conmovió al personal hasta las lágrimas
En un gesto de generosidad que ha tocado profundamente a toda la comunidad escolar de Boston, el lanzador de Grandes Ligas Lucas Giolito sorprendió a todos al pagar de manera anónima la deuda del almuerzo de 1.200 estudiantes repartidos en diversas escuelas públicas. Pero lo que realmente conmovió al personal no fue solo el acto de bondad, sino las palabras que acompañaron cada donación.
Cada escuela recibió una carta personal escrita por Giolito, cuidadosamente sellada y dirigida al equipo educativo. En lugar de firmar con su nombre al principio, lo hizo después de que el pago se completara, asegurando que su gesto no se trataba de atención mediática, sino de humanidad y empatía.
En una de las cartas, se leía:
“Ningún niño debería pasar la jornada escolar con el estómago vacío o preocupado por una cuenta de almuerzo impaga. Yo fui uno de esos niños que sabía lo que era sentirse avergonzado por no poder pagar. Hoy tengo la posibilidad de ayudar, y lo hago con todo mi corazón.”
En otra nota, Giolito dirigió unas emotivas palabras al personal escolar:
“Gracias por alimentar a estos jóvenes incluso cuando los fondos no alcanzan. Gracias por verlos, por escucharlos y por darles un lugar seguro. Ustedes son más importantes de lo que creen.”
El personal docente y administrativo, al leer los mensajes, no pudo contener las lágrimas. Según una directora de primaria: “Recibimos la carta y se la leí al equipo. No hubo un solo ojo seco en la sala. Era como si nos hablara directamente al alma.”
La noticia se esparció rápidamente por las redes sociales y medios locales. Aunque al principio Giolito había solicitado mantenerse en el anonimato, aceptó que su nombre se hiciera público con un solo propósito:
“Si esto inspira a alguien más a hacer algo parecido, incluso a una escala menor, entonces valió la pena.”
Este gesto sincero y lleno de empatía ha hecho que Lucas Giolito gane aún más respeto fuera del diamante, demostrando que el verdadero impacto no siempre se mide en victorias, sino en vidas tocadas con compasión.
Una historia que Boston no olvidará.