En otro intento llamativo de fusionar Silicon Valley con las tradiciones deportivas estadounidenses, el multimillonario empresario Elon Musk supuestamente se acercó a los Boston Red Sox con una oferta de patrocinio de alto perfil — y la respuesta fue clara e inmediata.
Según fuentes cercanas a la directiva del equipo, Musk propuso una asociación a largo plazo que convertiría a Tesla en el patrocinador corporativo permanente de los Red Sox. El acuerdo incluía promesas de renovaciones tecnológicas en el estadio, integraciones futuristas y expansión de marketing global. Pero el centro de la propuesta contenía dos demandas altamente polémicas:
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Cambiar el nombre del emblemático Fenway Park a “Tesla Field”
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Rediseñar los clásicos uniformes del equipo, incorporando el logotipo de Tesla y una estética “limpia, de la era eléctrica”.
La oferta pudo haber seducido al mundo empresarial, pero en Boston cayó como una piedra. El presidente y CEO de los Red Sox, Sam Kennedy, rechazó la propuesta sin vacilar.
“Fenway Park es historia viva del béisbol”, afirmó Kennedy a periodistas cercanos al asunto. “Estamos orgullosos de honrar el pasado mientras miramos al futuro — pero no a costa de perder quiénes somos.”
El Fenway Park, inaugurado en 1912, es el estadio más antiguo en uso en las Grandes Ligas y un símbolo eterno de la cultura deportiva de Nueva Inglaterra. Sugerir siquiera cambiar el nombre del Green Monster, el Pesky’s Pole o el marcador manual fue visto por muchos aficionados como una herejía.
Las redes sociales estallaron tras conocerse la noticia.
Un aficionado acérrimo escribió:
“Puedes construir cohetes, Elon. Pero no toques el Fenway.”
Otro comentó:
“Primero la Maldición, ahora esta audacia. ¿Tesla Field? Un rotundo no de la Nación Red Sox.”
Incluso leyendas del equipo habrían expresado su desacuerdo en privado, defendiendo lo que muchos consideran el alma del béisbol de Boston.
Musk, fiel a su estilo, publicó un mensaje críptico tras la negativa:
“El legado es importante. La evolución también. Algún día, ambos estarán alineados.”
Pese al sutil empujón, todo indica que la directiva de Boston no se moverá. Según fuentes internas, el equipo ha dejado claro que está abierto a la innovación — pero no si eso compromete su identidad.
Para Musk, este sería el tercer rechazo reciente de una franquicia deportiva importante, tras propuestas similares a los Cowboys (AT&T Stadium) y a los Yankees (Yankee Stadium).
Tres íconos. Tres negativas. Un multimillonario muy persistente.
Pero cuando se trata del Fenway Park, hay algo que queda claro:
En Boston, la tradición todavía gana.