Cooperstown, NY — Después de décadas de espera y años de apoyo apasionado por parte de los fanáticos y los historiadores del béisbol, Rick Burleson, el querido y combativo ex campocorto de los Boston Red Sox, finalmente ha obtenido su merecido lugar en el Salón de la Fama del Béisbol.
Conocido cariñosamente como “El Gallo”, Burleson jugó para los Red Sox desde 1974 hasta 1980, convirtiéndose en una figura clave en el infield de Boston durante una de las épocas más intensas en la historia de la franquicia. Fue seleccionado a múltiples Juegos de Estrellas y se destacó como una pieza defensiva fundamental, celebrado por su carácter aguerrido, su incansable entrega y su excelencia con el guante.
Su discurso de inducción fue recibido con una ovación de pie, mientras agradecía a sus ex compañeros, entrenadores, familia y a la Nación de los Red Sox:
“Nunca jugué este deporte por los reconocimientos — lo jugué con el corazón, por mi equipo y por los fanáticos. Pero estar aquí hoy, entre los más grandes de todos los tiempos, es un sueño que nunca me atreví a imaginar.”
Burleson fue fundamental en la memorable temporada de 1975 de los Red Sox, ayudando al equipo a llegar a la Serie Mundial en uno de los Clásicos de Otoño más icónicos de todos los tiempos. Aunque nunca consiguió un anillo, su liderazgo y tenacidad dejaron una huella imborrable en el juego.
Ex compañeros y leyendas del béisbol reaccionaron con alegría y emoción en las redes sociales. Un tweet decía:
“Nadie jugaba con más pasión que Rick Burleson. Este honor llega tarde, pero es totalmente merecido. Bienvenido a Cooperstown, Gallo.”
La inclusión de Burleson en el Salón de la Fama representa un acto de justicia para un jugador cuyas contribuciones a menudo fueron pasadas por alto, pero jamás ignoradas por quienes realmente entienden el béisbol.
Felicidades, Rick Burleson — una leyenda, un guerrero y ahora, un miembro del Salón de la Fama.