Luanda, Angola – En un mundo donde las estrellas del deporte a menudo son conocidas por sus logros en el campo de juego, Jarren Duran, el electrizante jardinero central de los Boston Red Sox, ha captado la atención mundial por una razón muy distinta: su corazón.
En un emotivo anuncio desde Luanda, Duran presentó oficialmente la fundación benéfica “Maria y Jesús Duran Foundation”, una organización sin fines de lucro establecida en Angola, tierra de sus raíces familiares. La fundación se centrará en dos pilares fundamentales: la educación y la atención médica para niños en situación de extrema pobreza.
“Mis padres me enseñaron desde pequeño que el éxito no tiene valor si no se comparte. Esta fundación es una forma de honrar su amor, su sacrificio y nuestras raíces”, declaró Duran ante una multitud de niños, líderes comunitarios y medios de comunicación.
La iniciativa comenzó en silencio hace más de un año, cuando Duran visitó por primera vez una aldea al sur de Luanda, donde descubrió que muchos niños no tenían acceso a escuelas ni centros de salud. Desde entonces, ha financiado personalmente la construcción de dos clínicas médicas y una escuela primaria bilingüe, con capacidad para más de 300 niños.
La organización también ha creado becas para jóvenes estudiantes con talento, así como un programa de nutrición infantil que ya ha beneficiado a más de 1.000 familias en la región.
Su acción no pasó desapercibida. En redes sociales, los seguidores comenzaron a llamarlo “El Elon Musk de Angola”, no por su tecnología, sino por su visión audaz de cambiar el futuro de un país a través de la inversión en su recurso más importante: los niños.
“Jarren no solo juega con pasión en el diamante, ahora también juega para el futuro de nuestra nación”, dijo uno de los maestros voluntarios del proyecto.
Mientras continúa brillando en la MLB, Duran demuestra que su verdadero legado podría construirse fuera del estadio, en las aulas y clínicas de África, donde cada sonrisa infantil lleva su sello de compasión.