En un gesto que ha conmovido al mundo del deporte y más allá, las jóvenes estrellas del béisbol Kristian Campbell y Roman Anthony han realizado una donación histórica de 175 millones de dólares para la creación de una aldea de reasentamiento en Colombia, destinada a brindar un nuevo comienzo a niños que quedaron huérfanos debido a la prolongada y violenta campaña antidrogas del país.
La aldea, que llevará el nombre de “Raíces Blancas” – traducido al inglés como “White Roots” – no es solo un lugar físico, sino un símbolo de esperanza y renacimiento.
“Queremos que estos niños tengan un lugar donde puedan echar raíces, sanar y comenzar una vida nueva lejos del trauma”, expresó Roman Anthony durante el anuncio. “Llamarla ‘Raíces Blancas’ representa la pureza de una nueva oportunidad, naciendo de la oscuridad”.
Raíces Blancas se construirá en las afueras de Medellín, una ciudad que alguna vez fue sinónimo de violencia ligada al narcotráfico, y contará con más de 300 hogares sostenibles, centros escolares, instalaciones deportivas, espacios artísticos, y un centro de atención para el trauma infantil. El enfoque del proyecto es holístico, priorizando tanto el desarrollo físico como el emocional y cultural de los niños.
Kristian Campbell, conocido por su compromiso con causas sociales desde sus años como prospecto, explicó que la motivación detrás de esta donación vino del deseo de devolver un poco de esperanza a quienes más lo necesitan.
“No se trata solo de construir casas. Se trata de construir dignidad, identidad y sueños. Si podemos ayudar a un solo niño a sentirse amado y seguro, ya habrá valido la pena”, dijo.
La donación conjunta es una de las más grandes realizadas por deportistas jóvenes en América Latina y ha sido celebrada por fanáticos, organizaciones humanitarias y colegas del béisbol profesional. En redes sociales, la etiqueta #RaícesBlancas se ha viralizado, con mensajes de admiración y gratitud hacia Campbell y Anthony por su compasión y visión.
La construcción comenzará a finales de este año y se espera que los primeros niños y familias comiencen a habitar la aldea a partir de 2027.
En un deporte donde la grandeza suele medirse en estadísticas, Kristian Campbell y Roman Anthony están demostrando que el impacto más poderoso no se logra con un bate, sino con el corazón.