En una entrevista sorprendentemente sincera, el mánager de los Boston Red Sox, Alex Cora, ha generado una ola de especulaciones sobre su futuro con el equipo, al admitir abiertamente que está preocupado por su posición y sugerir que podría estar considerando dejar el cargo si los resultados no mejoran.
“Todavía quiero seguir aquí,” dijo Cora a los periodistas durante una sesión de prensa previa al partido del jueves. “Amo esta organización. Amo esta ciudad. Pero si no conseguimos los resultados que necesitamos… me voy. Sin resentimientos. Así es el béisbol.”
Las declaraciones de Cora, expresadas con una mezcla de frustración y orgullo, han sacudido a la afición de los Red Sox. El dirigente incluso cerró la entrevista con una frase desafiante que ya está dando de qué hablar:
“Veamos quién puede ser mejor que yo. En serio. Si hay alguien que pueda liderar a este grupo mejor que yo, seré el primero en darle la mano.”
Los Red Sox, que actualmente rondan el .500 de porcentaje y muestran inconsistencias tanto ofensivas como defensivas, están bajo creciente presión en una división del Este de la Liga Americana cada vez más competitiva. Cora, en su quinta temporada al mando del equipo (con una ausencia en 2021), ha vivido los máximos de un título de Serie Mundial en 2018 y los bajos momentos de críticas públicas y temporadas decepcionantes.
Fuentes cercanas al equipo afirman que, aunque Cora aún cuenta con apoyo dentro de la directiva, también hay señales de frustración interna. Las lesiones, el desarrollo estancado de jóvenes promesas y algunas decisiones cuestionables desde el bullpen han alimentado el debate entre fanáticos y analistas.
“Alex es un tipo muy orgulloso,” dijo un ejecutivo del equipo que pidió anonimato. “No solo dirige para ganar, también lo hace para demostrar algo. Pero este no es el mismo plantel que tuvo en 2018. Y él lo sabe.”
En redes sociales, los fanáticos han reaccionado con una mezcla de apoyo y preocupación. Algunos defienden a Cora, argumentando que la gerencia no le ha dado las herramientas necesarias. Otros creen que podría ser hora de una nueva voz en el banquillo.
Mientras avanza la temporada, una cosa es segura: las palabras de Cora no fueron solo una reacción emocional, sino una señal clara. Si los Red Sox no mejoran pronto, el hombre que ayudó a traer un campeonato de vuelta a Boston podría estar listo para ceder el mando.
Y si ese día llega, Cora ha dejado algo muy claro: no se irá en silencio, pero sí con orgullo.