Lo que comenzó como una noche de celebración por el esperado regreso del lanzador estelar Walker Buehler terminó en caos y controversia para los Boston Red Sox, cuando el manager Alex Cora fue expulsado en medio de una airada discusión con el árbitro principal, desatando una tormenta que ahora podría tener consecuencias devastadoras.
Walker Buehler, quien recientemente fue activado de la lista de lesionados tras una larga rehabilitación, hizo su primera apertura en meses frente a una multitud que lo ovacionó con entusiasmo. Buehler lanzó con potencia y precisión durante las primeras entradas, mostrando destellos de la forma que lo convirtió en una de las armas más temidas del montículo. Todo apuntaba a una noche positiva para los Medias Rojas.
Pero las cosas cambiaron drásticamente en la sexta entrada.
Tras una polémica decisión del árbitro principal —una zona de strike cuestionable que resultó en una base por bolas para el rival—, Alex Cora salió disparado del dugout, visiblemente furioso, y comenzó a gritar con vehemencia en defensa de su lanzador. Las cámaras captaron el momento exacto en que Cora, completamente fuera de sí, señaló con el dedo al rostro del árbitro mientras gritaba palabras que, según testigos, “no eran aptas para televisión”.
El árbitro no dudó en expulsarlo inmediatamente del juego.
Sin embargo, lo que parecía una simple expulsión de rutina ha escalado rápidamente. Fuentes dentro de la oficina central de la MLB aseguran que el comportamiento de Cora fue “inaceptable, agresivo y posiblemente violatorio del código de conducta de la liga”. Se especula que Cora podría recibir una multa considerable, que podría superar los $100,000, además de una suspensión por varios partidos.
Pero lo más alarmante es que, según informantes cercanos a la liga, la MLB estaría evaluando sanciones más severas, incluyendo una posible suspensión indefinida o incluso la prohibición permanente si se confirma que Cora utilizó lenguaje violento o hizo amenazas contra el cuerpo arbitral.
La organización de los Red Sox no ha emitido una declaración oficial, pero dentro del clubhouse se respira tensión. Algunos jugadores han salido en defensa de su manager, afirmando que Cora simplemente estaba protegiendo a su lanzador y que la decisión arbitral fue “una burla”. Otros, sin embargo, temen que la situación se haya salido de control.
Mientras tanto, Walker Buehler, quien apenas está comenzando su camino de regreso a la rotación, se ha visto envuelto en esta tormenta sin buscarlo. “Solo quiero concentrarme en lanzar”, dijo brevemente después del juego, visiblemente incómodo por la situación.
Este escándalo podría tener repercusiones importantes para el resto de la temporada de los Medias Rojas, especialmente si pierden a su estratega principal durante una parte crítica del calendario.
Seguiremos informando a medida que la MLB emita su veredicto oficial en los próximos días.