En una escena que dejó a todos boquiabiertos, el mánager de los Boston Red Sox, Alex Cora, hizo una declaración explosiva dirigida tanto a su propio equipo como a los fanáticos rivales:
“Si Jarren Duran no renuncia, lo voy a echar yo mismo de los Medias Rojas.”
Lo más impactante: lo dijo frente a miles de fanáticos de los Atlanta Braves, justo después del partido del domingo, generando una reacción inmediata entre abucheos, risas irónicas y una ola de incredulidad.
Según testigos en el estadio, el comentario de Cora se dio tras una jornada tensa, en la que Duran fue relegado al banco y se lo vio visiblemente molesto durante el transcurso del juego. Fuentes dentro del club aseguran que hay un conflicto creciente entre el jugador y el cuerpo técnico, pero nadie esperaba que el mánager lo llevara al público de esta manera.
La respuesta de Jarren Duran no tardó en llegar… y fue igual de contundente.
Horas después, Duran publicó un mensaje directo en su cuenta de Instagram:
“Que lo diga donde quiera. Yo no me voy. Si Cora quiere guerra, la va a tener.”
El mensaje, acompañado por una foto suya en el uniforme de los Red Sox con la frase “Still standing”, generó una ola de reacciones en redes sociales, con fanáticos dividiéndose entre los que apoyan a Cora por su disciplina, y los que ven en Duran un símbolo de rebeldía y orgullo del equipo.
En el clubhouse, el ambiente se describe como tenso, fragmentado y al borde del colapso. Algunos jugadores veteranos, según reportes, habrían intentado mediar en la disputa, pero ya sería demasiado tarde. La fractura está expuesta.
Lo más llamativo de todo es que esta pelea interna se desarrolló bajo la mirada de los fanáticos de los Braves, quienes no perdieron oportunidad de burlarse del caos ajeno. Un aficionado fue captado con un cartel que decía: “¿Alguien quiere venir a Atlanta? Aquí no echamos a nadie por hablar.”
Mientras tanto, la directiva de los Red Sox no ha emitido declaraciones oficiales, pero varias fuentes afirman que una decisión drástica podría tomarse en los próximos días.
El futuro de Duran pende de un hilo. Cora ha hablado. Duran ha respondido.
Y ahora, todo el béisbol está mirando.
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