Atlanta, Georgia — El joven talento del fútbol universitario, Kristian Campbell, enfrenta una demanda civil tras ser acusado de alterar la paz en su exclusiva comunidad residencial, luego de encender y “probar” el potente escape de su nuevo Lamborghini Huracán en plena madrugada, presuntamente en estado de ebriedad.
Según documentos presentados esta mañana ante el tribunal del condado de Fulton, los hechos ocurrieron alrededor de las 2:08 a.m., cuando Campbell regresó a su residencia acompañado de varios amigos. Testigos afirman que el deportista salió del vehículo con una copa en la mano y comenzó a acelerar repetidamente el motor del superdeportivo, produciendo un estruendo que, según los vecinos, “retumbó como una explosión en medio de la noche”.
“Fue como si se hubiese estrellado un avión frente a mi casa. Las ventanas temblaban, los niños se despertaron llorando y nuestros perros no dejaron de ladrar por horas”, declaró una vecina que forma parte de la demanda.
El video de una cámara de seguridad compartido por un residente muestra a Campbell riendo mientras pisa el acelerador varias veces, acompañado de gritos y música. Cuando un vecino se acercó a pedirle que bajara el volumen, Campbell presuntamente respondió:
“¡Relájense, es un Lamborghini! ¿Querían silencio? Cómprese tapones para los oídos.”
Ese comentario encendió aún más la indignación de la comunidad. Seis familias han presentado una demanda conjunta por violación de normas comunitarias, alteración del orden público y daño emocional. Además, el comité vecinal está considerando restringir el uso nocturno de vehículos de alto rendimiento dentro del condominio.
Hasta el momento, Kristian Campbell no ha ofrecido declaraciones públicas. Sin embargo, un portavoz cercano al jugador indicó que “lamenta profundamente el malestar causado” y que está dispuesto a colaborar para resolver la situación “de forma amistosa”.
La universidad a la que representa también ha emitido un breve comunicado:
“Estamos al tanto del incidente y lo estamos investigando conforme a nuestro código de conducta.”
En redes sociales, el caso ha desatado reacciones encontradas. Algunos fanáticos lo defienden, atribuyendo el hecho a “la euforia de la juventud y el éxito”, mientras otros lo critican por lo que consideran una actitud arrogante e irresponsable.
“Con talento viene responsabilidad. Ser joven y famoso no le da derecho a aterrorizar a un vecindario entero a las 2 de la mañana”, escribió un usuario en X.
Por ahora, se espera que el equipo legal de Campbell responda formalmente a la demanda en los próximos días. Lo que parecía una noche de celebración podría transformarse en un problema serio para la imagen y el futuro del joven atleta.
Esta historia continúa en desarrollo.